l socialismo del siglo 21 sabe cómo hacer el fraude electoral sin dejar muchas huellas. Hoy ese socialismo solo está vigente en Venezuela y Nicaragua, después de que el pueblo ecuatoriano desechó la reelección indefinida que Correa buscaba para su permanencia en el Poder.
En Nicaragua las cosas se le agravan a los esposos Ortega que desgobiernan ese país y que siguen en el poder, con el empleo de la fuerza. Pero esto tiene un límite. Ningún pueblo soporta que maten a los ciudadanos ni tampoco que les priven permanentemente de la libertad y les mantengan en plena hambruna.
En Venezuela, que en una larga época era el país con la mayor reserva de petróleo, vive la mayoría de personas entre el hambre y la violencia desde el poder, con 140 asesinados por la Guardia Nacional.
En Nicaragua las muertes causadas por la represión pasan de 40 y quizás los partidarios del Socialismo 21esperan que esas muertes se multipliquen para felicitar a los responsables de la matanza.
Más temprano que tarde, en Venezuela habrá una reacción de las Fuerzas Armadas, hoy partidarias del madurismo; y entonces renacerán en ese país la libertad, la democracia y la honestidad, perdidas en el terror y la violencia oficiales.
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